martes, 25 de noviembre de 2014

Presentación del libro Los niños de EGB de Xavier y Anna Gassió / Editorial Lunwerg


El pasado 16 de octubre tuvo lugar la presentación del libro Los niños de EGB en la La Casa del Libro en Barcelona. Los autores estuvieron acompañados de un moderador y el editor de la editorial Lunwerg. Como extra a la reseña a continuación algunas de las ideas y reflexiones que tuvieron lugar en la presentación.


Moderador: Como esta etapa ochentera quedaba alejada de la niñez y la adolescencia de Xavier Gassió y por lo tanto no la vivió con tanta intensidad, ha contado con la colaboración de su hija Anna que sí era adolescente en esa época. Un libro que es una experiencia inolvidable, un viaje al pasado, lleno de recuerdos que nos hacen sentir escalofríos, por el paso del tiempo, pero a la vez nos provoca una sensación placentera de bienestar. Despierta recuerdos dormidos. Hay que saber estar en el tiempo presente y en lo que está por venir, pero es placentero volver la vista atrás y recordar todo aquello que nos acompañó. Una época de la que tendemos a recordar tan solo la parte en la que éramos felices, y esa parte, esta ligada a todo lo que expone Los niños de EGB.

El libro contiene muchas fotos inéditas de objetos que se daban por perdidos. Es un ejercicio de memoria y recuerdos a partir de fotografías, documentos y texto que lo hacen muy interesante. Un libro que estará siempre vigente porque cuenta una parte de nuestra historia cotidiana. Podemos decir que este es uno de los libros más completos del mercado pues nos presenta los ochenta en sus muchas facetas. No solo recordaremos lo mencionado sino que también exploraremos algo tan curioso y poético como aquellos mensajes de puerta trasera de lavabo o libreta de apuntes. Un mundo diferente y espectacular. Frases hechas, dedicatorias y versos añejos similares en todos los lugares de España. Leerlos es sonreír. Hay también una página dedicada, como no, a Lepe.


Las marcas comerciales también tienen cabida en Los niños de EGB, pues esta fue la primera generación que dio importancia a llevar determinadas marcas y modelos de ropa. Estábamos alienados sin darnos cuenta hasta tal punto que apareció una colección de cromos ¡de marcas! En los sesenta y setenta solo importaba que un zapato fuese bueno y cómodo.

Un libro a todo color con más de 220 páginas que se centra en el aspecto visual, es suculento y está bien presentado, sin atiborrar.

 Fotografías del libro

Xavier y Anna se han convertido en historiadores de la vida cotidiana. La historia habitualmente te explica actos políticos, batallas, crisis económicas, revoluciones. Ellos nos explican las cosas elementales con las que nos entretuvimos, de qué manera se ha amado, qué hemos comido... La vida cotidiana que hemos compartido pertenece a la historia en mayúsculas, pero forma parte con mucha intensidad de nuestra propia vida. En el libro os encontrareis reflejados con lo que consumíais en muchos ámbitos. Es sorprendente cómo han conseguido todo este material grafico casi imposible de encontrar. Y esto se traduce en el síndrome de Diógenes que “sufre” Xavier, guardando lo que creer que algún día le podrá ser útil. Este libro también contiene un dialogo entre generaciones: el del padre y su hija. La confianza llegó a tal punto que Xavier llegó a leer página a página la antigua agenda de clase de su hija. Pudo repasar sus citas, las literarias y las otras, descubriendo sus ídolos, sus secretos juveniles que han salido a la luz para este libro. Incluso la última página del libro nos muestra la confesión de Anna acerca de este striptease emocional.


-¿Cómo ha funcionado este intercambio de información y cómo trabajasteis juntos?
Xavier: Después de la infancia de los niños de los 40, 50 y 60 pensé continuar con los ochenta, con los niños de EGB. Tenía el material abriendo las puertas de mis armarios o a través de amigos, pero pensé que tenía que trabajar junto a un especialista en este periodo, y se lo plantee a mi hija. La condición era que tendría que explicarme muchas cosas porque si no sonaría a falso y a partir de aquí salió lo del diario, sus fotografías, etc... No es que descubriese nada que no supiera porque cuando en el diario leía: mis papás se van de fin de semana ¡Fiesta! y una lista de amigos de instituto para invitar, ese fin de semana nosotros ya sabíamos que había habido una fiesta en nuestra casa, aunque Anna tenía mucho cuidado de que todo estuviese limpio y ordenado cuando llegáramos, nosotros hacíamos como que no nos enterábamos (¡las cosas delicadas ya las habíamos guardado previamente!). Aunque claro hay cosas que no saldrían en esa agenda… (risas)

La televisión
Moderador: Hay una parte muy interesante dedicada a la televisión. TV3 nació en 1983 y las privadas a principios de los noventa y el relato del libro ocupa buena parte del tiempo donde no existía tanta oferta televisiva como ahora. Por lo tanto había un alto porcentaje de espectadores que veían lo mismo y con intensidad. Por ejemplo el programa Un Dos Tres de Chico Ibáñez Serrador.
 Xavier: Fue un programa mítico que marcó mi generación y la de mi hija. Chicho ha sido uno de los grandes creadores de espectáculo televisivo, un personaje brillante y muy especial. He tenido el privilegio de conocerlo y de trabajar con él proponiéndole personajes y guiones. Los escenarios, la parafernalia, la Ruperta, los sufridores en casa, estos programas que duraban unas dos horas han marcado a muchos millones de personas. Pero es verdad que como solo había dos canales, la sensación que tenemos ahora es que había más calidad televisiva, pero entre otras cosas, era porque todo estaba muy concentrado y seleccionado en unas pocas horas. No olvidemos que la televisión en esa época empezaba al mediodía.

Anna: También había programas como La Bola de Cristal que llegaban a varias generaciones con edades muy diferentes. La televisión era muy compartida, la veían a la vez abuelos, padres e hijos: Los mismos contenidos, los mismos programas.



Del VHS a la nube...
El libro enseña aquellas películas que alquilábamos en VHS en los casi desaparecidos videoclubs y es que uno de los cambios más brutales ha sido la evolución de lo analógico a lo digital.
 Xavier: En este aspecto la nuestra fue una generación que tuvo el privilegio de compartir con los hijos una complicidad que no la había tenido la generación anterior, ni las posteriores. Todos los de mi edad salíamos de una etapa oscura, de un mundo cerrado, y muchos elementos de tipo cultural no llegaban y este fue un momento de eclosión en el que estas libertades aparecieron y comenzamos a crecer. Fue el mismo momento en el que la siguiente generación comenzaba a crecer y a entrar en el mundo. Todos entramos en este mundo de libertad y de visión diferente al pasado. La transición del mundo analógico al digital fue un cambio de estructura social muy importante y no hablemos de la informática que empezó a entrar en las casas en esta época. Los juegos de ordenador nos fascinaban a los adultos porque ningún juguete eléctrico podía superarlos. Competíamos y jugábamos, aunque mal, con nuestros hijos. Pero ellos ya nacieron con esto aprendido, lo asumieron como propio muy rápidamente, para nosotros era un lastre porque éramos adultos y nos costaba aprender todo esto. Teníamos que pedir consejo a nuestros hijos para aprender cómo funcionaban ¿Cómo te pasas esta puñetera pantalla?



La vida en anuncios
Moderador: La tele en el punto más álgido tenía unos seis canales, lo que quiere decir que la intensidad de los anuncios que se emitían era espectacular y todo el mundo los recordaba y los cantaba. Y hasta se jugaba a intentar adivinar a qué anuncio pertenecía una sintonía. Ahora con los cientos de canales de televisión la publicidad está muy atomizada e incluso se puede evitar viendo programas y series sin publicidad. Los anuncios ya no tienen la carga emocional que poseían en aquellos años. 


-¿Qué criterios habéis seguido para escoger los anuncios?
Anna: Somos una generación muy marcada por sintonías de televisión y por la publicidad. Los anuncios estaban más en antena y no había tanta variedad. Lo mismo con las series de televisión, cuando veías un capitulo al día siguiente todo el mundo había visto el mismo capitulo, se comentaba en clase, imitábamos a los personajes, tenías que esperar una semana para ver el capítulo siguiente. Ahora si preguntas a los jóvenes que serie vio ayer, seguramente cada uno te dirá una distinta.

Xavier: La publicidad sintetiza muy bien los intereses de una sociedad en un momento determinado. Cuál es la estética, cuáles son los valores y, sobre todo, cuáles son los objetos y deseos de una sociedad. Los refleja rápidamente y con mucha eficacia. Este país ha tenido publicitarios extraordinarios que han obtenido premios internacionales con sus creativos anuncios. El ingenio publicitario forma parte de que la sintonía y el eslogan nos queden grabados. Eran elementos que consumíamos y nos fascinaban. Algunos anuncios podrían ser innecesarios pero la mayoría se correspondían a cosas que deseábamos o necesitábamos en esos momentos, y siempre se creaban, producían y presentaban de la mejor manera con la publicidad. Creo que la publicidad es fundamental para entender una época.

Juguetes y juegos de mesa
Moderador: Los ochenta fue un tiempo fértil para los juguetes y los juegos de mesa. Podías montarte tus películas con tus clicks de Famobil, Masters del Universo, Star Wars, Barbies y demás, pero también abundaban nuevos juegos de mesa para compartir, conviviendo con los más antiguos como los Juegos Reunidos Geyper. El mundo de los videojuegos no ha destruido, afortunadamente, a los juegos de mesa y ahora existen muchas propuestas muy divertidas y elaboradas. Cuando empezaron las primeras maquinitas individuales, también eran en parte algo compartido, pues tenías que esperar el turno para que el amigo que la tenía te dejase jugar una partida. Ahora los teléfonos y las tabletas conllevan un alto grado de adicción en solitario mientras que los juegos de mesa fomentaban el compartir entre amigos. Esto es algo del pasado que es más interesante que este presente.



Anna: Ha cambiado la percepción del tiempo. De pequeña podías estar en casa jugando sola, pero tenías momentos de aburrimiento. Ahora coges la tableta, el iphone, y ya está.

Xavier: ¿Quién sabe que fue antes el lápiz, la pluma, el bolígrafo? El caso es que todos han coexistido, todos son vigentes. Cada uno ha encontrado su lugar. Y con los libros digitales o en papel pasará lo mismo, todos encontraran su espacio. El tema físico, objeto del libro, es un claro ejemplo de esto y con los juegos pasa igual. Ahora podrás jugar al monopoly con varios jugadores a través de una tablet pero no podrás ver la cara de rabia de los jugadores ante una jugada tuya, y claro, no es lo mismo

La ilusion ochentera
Moderador: Era una época de proyectos, de ilusiones, hablábamos de futuro creíamos en el futuro, había trabajo, no sé si es una idea falsa, pero era mas sencillo trabajar. Era una generación con ganas de cambio y ganas de hacer cosas, y todo esto se refleja en el libro. Ahora la sensación es que nadie habla de futuro, estamos asqueados, hay crisis de valores, no creemos en la política, ni en los políticos, ni en el mundo de la economía. Tenemos la sensación de que estamos hechos un lío y posiblemente todo esto se tendría que recuperar.

 Diversas fotografías del libro

-¿Que relato hacéis en este libro de esta generación del cambio de la ilusión?
Xavier: Es cierto que mi generación participó en una ilusión colectiva que fue el cambio, la transición que cambio este país Y la generación de EGB, la vivió muy de lleno, creció y se educo en esta transición, y por tanto todo era o parecía posible en esos momentos. Luego hemos visto que por otras circunstancias, algunas propias del país y otras ajenas, de cambios y de historias cíclicas, los vaivenes siempre suceden en la historia. Ahora nos hemos encontrado que todo esto ha quedado más truncado. Precisamente uno de los motivos, entre otros, por el que se han descrito, descubierto y puesto cosas en este libro es para decir: vale, la nostalgia no es el valor en el que te has de refugiar. No es un refugio, es un impulso, un sentimiento que sirve para recordar aquellos hechos o cosas que te hicieron vibrar en aquellos momentos y recobrar aquel impulso vital, aquellas ganas, aquel optimismo que tuviste en una determinada época, no solo por las circunstancias, entre otras cosas, porque en aquellos momentos lo vivías todo con mayor intensidad. Por esto está bien recordarlo y revivirlo, porque te vuelve a revitalizar. Y te permite volver a decir “todo es posible”. 

Autores: Xavier Gassió y Anna Gassió
Formato: Tapa blanda
Paginas: 226
Medidas: 26,5 x 22,7 cm
Editor: Lunwerg Editores
Precio: 20 euros

1 comentario:

DELLIAFONTE dijo...

Personalmente ya me aburren este tipo de libros-collage que siguen la estela que dejó en su día la obra de Óscar Lombana en su momento. La fórmula ya está muy manida y más el rollo de la EGB...ansioso estoy cuando toquen el tema B.U.P. allí se que era un desfase je je je. Pues eso, que seguramente me lo acabe comprando por puro completismo, perotengo teras de la misma información visual en mis HD portátiles.