domingo, 5 de febrero de 2017

Reseña: Saló del Cinema i les Sèries


Desde hace años uno de los hobbies más placenteros que aportan diversión, tensión, emoción y en definitiva entretenimiento es el visionado de series de televisión. Series bien realizadas, con buenos guiones y de lo más variopintas que enganchan y encuentran su publico. Y es que series de televisión y de éxito brutal siempre ha habido, pero ahora además de una mayor diversidad, son fenómenos globales, con los que se puede interactuar en las redes sociales, que se distribuye en diversos formatos y que son como una droga. Tanto es así que del pasado 27 al 29 de enero se celebró el segundo Saló del cinema i les sèries en la Farga de L´Hospitalet.

Una segunda edición que ha aumentado en visitantes, nada más y nada menos que 26.500 personas pasaron por el salón, que ya se perfila como una cita anual inaudible.


Lo primero que llama la atención es que este es un evento participativo. El público se puede disfrazar en un plis plas de vikingo, de personaje de Juego de Tronos, estar en la ducha de Psicosis, ser infectado por un Alien, o estar en el comedor de una de las casas de Stranger Things. Giras una esquina y te sumerges con algo de atrezo en el mundo de Harry Potter o, claro esta, en el de Star Wars. Esto genera diversión y fue fácil ver en el Salón a familias con sus niños disfrazados, lo cual es positivo, a pesar de que en algunos stands podían verse escenas algo gore para según que edades.

Otro punto a favor del evento es que tanto si eres un profano, un fan o un profesional en cualquier vertiente audiovisual, podías encontrar stands que se adecuasen a tus intereses: maquilladores, efectos especiales, dobladores, escuelas de cine, cadenas de televisión o plataformas digitales y distribución. Esto se complementaba con las consabidas y variadas mesas redondas con directores y productores, este año con la presencia de Javier Olivares, creador de la serie el Ministerio del Tiempo; Kike Maíllo director de película como la genial y robótica Eva; los directores Juan Cruz y Mateo Gil o el actor Roberto Álamo. Además hubo conferencias y talleres dedicados a las bandas sonoras, al cine asiático, al sistema de captura digital, al avance de la tecnología, la dirección de actores, ect. El sábado hubo incluso un taller slam de escritura de guión. Una especie de competición de escritura improvisada.


Exposiciones variadas del universo Star Wars o otra titulada Robots de Cine. La más destacada, claro está, la de SyFy que nos presentaba objetos originales y réplicas de las más famosas películas de género. Y la que veías sí o sí no era otra que la de los vistosos coches de series y películas que siempre brillan con luz propia, como el Delorean (Regreso al futuro), Aston Martin V8 (James Bond), Ford Gran Torino (Starsky y Hutch), entre otros. También hubo dos exposiciones a cargo de la Filmoteca de Catalunya, una de carteles de películas del ilustrador Mac, uno de los más importantes de nuestro país, y otra de fotografías de cineastas y actores en los sets de rodaje.

¿Que es un Salón de Series sin la presencia de los canales que las emiten? Ahí estuvieron Cosmo, AXN, Calle 13 o TNT con primicias de series y estrenos exclusivos (como el estreno mundial de Midnight Texas).


114 expositores dan para mucho. Algunos, eso sí, parecían un poco desubicados y sin demasiada relación con el salón y luego estaba la avalancha de las camisetas frikis y sobre todo esa moda que no acabo de entender de coleccionismo que es Funko Pop y de la cual sus dueños estarán frotándose las manos en lo alto de un castillo: Haremos unos muñecos muy parecidos, entre ellos, casi con el mismo molde en su mayoría, pero cambiando la vestimenta y algunas cosillas…No, No funcionara… ¡Vaya que no!.


¿Y qué ocurre cuando las series de televisión de éxito están protagonizadas por Superheroes?
Ahí tenemos las exitosas por parte de DC: Arrow, Flash, Supergirl, Gotham (esta última menos de superhéroes) o Marvel con la impecable Daredevil. Aunque en ellas hay diferencias notables con el relato de los cómics (que es donde empezó todo) son un binomio que ayuda a llegar a los cómics a un publico más generalista. De esto y otros temas trato la mesa redonda Universo DC Series y películas, analizadas por los dibujantes Juan Albarrán y Daniel Sampere y el editor de DC en ECC Ediciones, Gustavo Martínez y presentado por Jordi Ojeda. Una mesa redonda que se realizó en una sala abarrotada y en la que se analizó el efecto potenciador de venta en el cómic que se ha notado a raíz de la emisión de la serie de TV Flash.

  
Además Gustavo Martínez comentó que el comic book de grapa es el mas asequible, con precios de oferta y que hace que mayor número de personas se acerquen al formato para probar. Es una estrategia que sigue el editor de ECC.

Según su opinión Arrow adapta muy bien el espíritu del cómic original, con un buen homenaje, al menos a partir de la segunda temporada, en que el personaje no acaba con la vida de nadie. Los superhéroes no matan av personas y Arrow en sus inicios era una serie bastante oscura. Esto sucede a veces porque la dirección de las series de televisión, en general, no conocen demasiado el mundo del cómic, y eliminan conceptos o ideas originales que creen que no van gustar al gran público.

Los dos dibujantes se explayaron hablando de sus interesantes trabajos, indicando su trabajo en digital debido a la rapidez que este sistema de dibujo aporta. ¿Qué pasa cuando debido al éxito de las series de ficción, los personajes del cómic se han de parecer a estos? Al principio te pueden corregir cosas de la cara, pero luego ya ven que si el dibujo lo recuerda no hace falta que sea un retrato exacto. Llegas a un punto en el que los dibujos en pequeño con que te recuerden los rasgos del actor ya funcionan y en los primeros planos ya intentas que se parezca lo máximo posible.
Warner ya ha creado cómics de series de televisión que nunca habían tenido cómics. De hecho casi todas la series de tv de DC tienen su linea de cómics. Algunos inicialmente solo en formato digital. Ya se sabe, intentan explotarla al máximo. Aunque, bueno, ya en los ochenta si una serie por muy variopinta que fuese tenia éxito, solía tener su versión en cómic, de la que no se solía publicar demasiados números.

Otra curiosa charla la impartió Antonio José Navarro, autor del libro El Imperio del miedo. ¿Qué efectos han tenido en las películas de terror los atentados terroristas del 11 de septiembre es EEUU?

Aquí podéis leer una jugosa píldora:
Una imágen recurrentes es presentar a los norteamericanos como personajes monstruosos y torturadores. En la película Hostel tenenos al rico que se dedica a pagar para matar, o al Leatherface en el remake de La matanza de Texas. Esa mirada de los norteamericanos a ellos mismos en este periodo, se debe al hecho de que descubren que no son el país de la libertad, que no son el país del esfuerzo y la democracia, que no son una nación que pueda presumir de valores morales frente a otras naciones. Ellos también matan, ellos también torturan, ellos también bombardean ciudades donde hay mujeres y niños. Ellos también son unos monstruos y tienen una gran capacidad para serlo. Esto genera inseguridad dentro de sus propias fronteras y sobre todo una pregunta ¿quiénes somos en realidad? ¿Qué es lo que esconde nuestra propia sociedad?

Tenemos Paranormal Activty, película de terror rodada como si fuera un falso documental. En ella la típica historia de casa encantada se convierte en una crónica casi neo-realista del descubrimiento que hace una pareja de que su casa está hechizada. No se nos dice exactamente porqué esta embrujada, pero tienen miedo de estar solos, de su relación, incluso de perder la casa, que por cierto han conseguido a buen precio.

Un tema recurrente de este cine pos-11S es el hecho de que todos los hogares norteamericanos esconden un secreto y este tiene que ver con la muerte y con espíritus de seres que claman venganza.



En la nueva de Poltergeist aparece una imagen mucho mas rica que la del filme original. Todos conocemos la famosa frase ya están aquí, por la cual Carolina, la hija del matrimonio protagonista, anuncia la llegada de los espíritus a la casa a través de la televisión. En la versión moderna no solamente se oyen voces y se ven luces el el aparato receptor, sino que también se ven manos, manos de gente muerta que quieren abandonar su dimensión. O sea la televisión en Estados Unidos, y también en nuestra esfera de influencia cultural,  e ha convertido en el vehículo principal a través del cual nos llegaban las terribles noticias de lo que estaba sucediendo en Irak, en Afganistán, e incluso en Estados Unidos. Estas películas nos ponen sobre aviso de que algo se esconde en la mentalidad y sociedad norteamericana. Lo único que ha hecho el 11S es desenmascararlo.

Otra imagen muy reveladora es la de Expediente Warren. La causa del terror en este filme es que la casa donde se desarrolla la acción había sido anteriormente propiedad de una bruja que fue perseguida. La historia nos remite a algo muy concreto, que sí, los norteamericanos después de los atentados del 11s se dedicaron a matar, a torturar, a invadir, pero no es algo que hicieran de una manera fortuita, o como reacción exagerada después de unos atentados tan terribles. Estas películas nos dicen que todo esto esta en el ADN de los norteamericanos. En muchas de estas películas que acontecen en zonas rurales, hay alusiones veladas a las masacres que cometieron los norteamericanos con los indios.


En definitiva, un Salón que con tan solo dos ediciones se está haciendo muy popular y puede ir a más.



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